Poemes confinats 2020 AMOR I DESENGANY Part IX (Ascensión)
Aquest confinament ens ha fet quedar a casa, però el LabTIC ha continuat i no ha aturat ni la cultura ni la creativitat.
HABLAR CON EL VINO
Se oye a lo lejos un susurro. Es el hablar de una viña.
Sus hojas bailan, su pareja es el viento.
Acaba el baile y sale su primo, el amanecer.
El sol acaba de bostezar, Hala! a trabajar. Ilumina y brilla directo al recién nacido; es primerizo, pero más de ellos le seguiran.
Se escucha muy silenciosamente como fue creciendo, como si fuera una nana.
La canción ha empezado y sigue delicadamente, cuando por madurez cae al suelo. Recogida y llevada a los pies, donde la orquesta seguirá deleitando a quienes esperan con la copa en la mano.
Sigue componiendo músicas, mientras se elabora.
Encerradas en la casa, esperando al verano, o quizás otoño.
Salimos todas contentas de alegría, deslizándonos hacia la copa en un viaje hacia abajo, y vuestras vecinas hacia arriba.
Terminamos saboreando todos nuestros días, sabiendo que alguien nos escucha.
moraleja: escucha lo que te dice el vino, porqué él te escucha.
Durant aquests dies hem treballat una les emocions a través de la poesia i de la musica i el resultat ha estat aquest.
L'Ascensión ens regala aquest poema una mica de confinament eh ;) Hablar con el vino, ens ho va enviar a través del grup de Whatsapp.
HABLAR CON EL VINO
Se oye a lo lejos un susurro. Es el hablar de una viña.
Sus hojas bailan, su pareja es el viento.
Acaba el baile y sale su primo, el amanecer.
El sol acaba de bostezar, Hala! a trabajar. Ilumina y brilla directo al recién nacido; es primerizo, pero más de ellos le seguiran.
Se escucha muy silenciosamente como fue creciendo, como si fuera una nana.
La canción ha empezado y sigue delicadamente, cuando por madurez cae al suelo. Recogida y llevada a los pies, donde la orquesta seguirá deleitando a quienes esperan con la copa en la mano.
Sigue componiendo músicas, mientras se elabora.
Encerradas en la casa, esperando al verano, o quizás otoño.
Salimos todas contentas de alegría, deslizándonos hacia la copa en un viaje hacia abajo, y vuestras vecinas hacia arriba.
Terminamos saboreando todos nuestros días, sabiendo que alguien nos escucha.
moraleja: escucha lo que te dice el vino, porqué él te escucha.
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